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Cuchillos para quesos

cuchillos para quesos

Cortar queso en lonchas, cuñas, tacos o en finas láminas casi transparentes es relativamente sencillo, y se puede hacer con prácticamente cualquier cuchillo; incluso con una pequeña navaja de bolsillo.

Pero, para los amantes de los cuchillos de cocina, cortar queso es, entre otras cosas, la excusa perfecta para añadir una nueva herramienta de corte a nuestra colección.

Por esos hemos elaborado esta sencilla y breve guía sobre cuchillos para quesos duros y blandos.

Repasaremos qué características deben tener y qué los hace tan especiales y distintos al resto de cuchillos de cocina.

¿Se merece el queso un cuchillo propio?

El queso es un alimento que nos acompaña desde que el ser humano aprendió a domesticar animales.

Existe una gran variedad de quesos, cada uno con su aroma, sabor, cualidades nutricionales y textura. 

Esa variedad es, en parte, la razón por la que el queso se utiliza de muy distintas formas en la cocina.

En Cook Sharp nos gusta decir que para cada preparación culinaria hay un corte ideal , y que para cada corte existe al menos un tipo de cuchillo.

O dicho de otra manera… es poco probable que intentemos cortar queso en rodajas con un rallador, ni sería lo más conveniente recurrir a un cuchillo cebollero para rallar queso.

Esto último se puede hacer, pero no es nada recomendable.

Por todo lo anterior, si de verdad eres fan de este delicioso alimento en todas sus variedades y utilizas quesos blandos, duros y cremosos en tus preparaciones, disponer del cuchillo adecuado para cada tarea no solo te hará la vida más fácil, sino que te ayudará a disfrutar más del proceso.

Características del cuchillo para quesos

Los cuchillos diseñados para cortar queso comparten ciertas características en cuanto a filo, tipo de acero y ergonomía.

En general, son de filo no demasiado largo, entre los 10 y 15 cm (aunque más tarde veremos que no siempre es así) y con agujeros en la hoja.

Dichos agujeros tienen una función parecida a los alveolos que encontramos en los cuchillos para filetear tanto carne como pescado: ayudan a evitar que la loncha se quede pegada a la hoja.

Muchos modelos disponen, además, de una punta pensada especialmente para servir los trozos de queso sin tocarlos con las manos.

Para el acero es bueno optar por aceros inoxidables de alta resistencia a la corrosión y con buena retención de filo, o, en su defecto, fáciles de mantener.

En cualquier caso, sea cual sea el acero elegido, procura limpiar a conciencia tu cuchillo después de cada uso si quieres evitar que queden impregnados de sabores u olores indeseados.

Para terminar, y como siempre recomendamos, busca el mango que mejor se adapte a tu mano y que, a su vez, te permita manipular con firmeza, seguridad y comodidad el cuchillo.

Y hasta aquí las características generales. 

Veamos ahora qué diferencia o diferencias hay entre un cuchillo para queso duro y uno para queso blando.

Cuchillos para quesos duros

Los quesos duros se caracterizan por tener un menor grado de humedad, lo que los vuelve no solo más firmes, sino también más delicados.

Además, su manipulación y corte no solo dependerá del cuchillo; es importante que también tengas en cuenta la temperatura ambiente ya que, en muchos casos, afectará de manera importante a su textura y consistencia.

Encontrarás diferentes cuchillos para quesos, de hoja fina y larga, con mango sencillo o con doble mango, con filo de punta elevada o cuchillos de estilo hacha.

Los de hoja fina te permitirán realizar cortes precisos en quesos semiduros, aunque, como veremos más adelante, donde brillan de verdad es cortando quesos blandos. 

Con una hoja larga más gruesa, tendrás el cuchillo perfecto para quesos tipo Comté, Provolone o Manchego.

Los cuchillos de doble mango te resultarán muy cómodos al trabajar con piezas de tamaño mediano y grande, ya que podrás hacer más fuerza de manera cómoda y segura.

Los mini clever o cuchillos estilo hacha, no solo tienen un aspecto genial, sino que además son especialmente agradables de usar en quesos como el Cheddar o el Gruyere.

Como ves, cada estilo de cuchillo tiene sus ventajas, y también sus inconvenientes.

Por ejemplo, cortar con cuchillos de doble mango requiere algo de práctica, mientras que con un cuchillo de hoja larga y gruesa todo es más sencillo.

También influye el momento.

Es decir, si estás preparando una comida o cena con invitados y los quieres sorprender, una completa tabla de quesos acompañada de un bonito cuchillo de hacha no dejará a nadie indiferente.

Cuchillos para quesos blandos

Un cuchillo para queso blando debe reunir algunas características especiales.

La hoja debe ser fina y estar bien afilada para evitar que, al cortar, aplastes el queso.

Si no eres un gran aficionado al afilado de tus cuchillos de cocina, quizá sea una buena idea que optes por modelos de hoja serrada. 

Esta se mantendrá afilada más tiempo sin necesidad de tanto mantenimiento.

Hoja fina, afilada, quizá con algo de sierra… ¿qué más debería tener un cuchillo para cortar quesos blandos?

La respuesta es… agujeros.

Una hoja con agujeros es más ligera y, en consecuencia, más cómoda de utilizar.

Además, reduce las posibilidades de que la loncha de queso blando se quede pegada, lo cual nos obligaría a manipularla en exceso, lo cual podría terminar en desastre.

Este tipo de cuchillos te servirán para cortar Camembert, Brie o Mozzarella, entre otros muchos quesos de textura blanda o cremosa.